Rituales en tiempos de crisis es una exposición conformada por 47 piezas tridimensionales y un mural de cerámica de alta temperatura que se presentan como instalación. Esta colección resulta de la alquimia y de los procesos intrínsecos de la cerámica; procesos análogos a ritos, que se ven reflejados además en los motivos repetitivos de las obras como rezos y lamentos, fuertemente ligados al agua, la nostalgia del mar y de diferentes cuerpos acuíferos.
Felisa se pregunta ¿para qué sirve un recipiente?, ¿Para qué creamos contenedores? Si bien la respuesta no es absoluta, a esta serie de objetos les otorga cualidades mágicas donde deposita misterios, tesoros, recuerdos y temores; con la esperanza de guardarles con recelo para no dejarles escapar nunca o con la esperanza de purificarles para sanar en el interior.
Felisa Aguirre es licenciada en Artes Plásticas y maestra en Estética. Ha participado en numerosas exposiciones en México y el extranjero. Ha sido alumna de Elsa Naveda, David Zimbrón, Gloria Carrasco, Javier del Cueto y Juan Ortí. Fue coordinadora del Taller de Cerámica de la Ceiba Gráfica y colaboró en la consecución de recursos otorgados por el PAICE. Ha sido seleccionada en certámenes y concursos de arte como la Bienal de Cerámica Utilitaria Contemporánea.
Desborde.
Sobre Rituales en tiempos de crisis de Felisa Aguirre
La presente exposición está conformada por piezas que resultan de la alquimia y de los procesos intrínsecos de la cerámica, análogos a ritos fuertemente ligados al agua y a diferentes cuerpos acuíferos. Son recipientes, contenedores, cavidades. Formas también desbordadas. Un trabajo de la arcilla cuidadoso en detalles de color y de disposición. Es un universo con un gran dinamismo gracias a sus sutilezas. El espectador puede apreciar colores y texturas en movimiento por la boca y cuerpo de las diferentes vasijas. Esto puede tener relación con algo tan peculiar como el mar y sus figuras: moluscos, principalmente, en cuanto a las siluetas. Pero está presente también su enigma de quien, en su vastedad, abraza todo y se derrama.
Uno puede preguntarse, si el lugar que pretende ser resguardo del misterio ―porque todo lo que se oculta lo es― y éste no lo contiene del todo, ¿para qué se crea? ¿Qué busca quien imagina bordes excedidos? Si es una metáfora, por ejemplo, puede uno pensar en el vientre materno, los volcanes, las tumbas, las grutas submarinas, la caja de Pandora, en fin, mil y un figuras más donde se depositan los tesoros, los recuerdos y los temores, con la esperanza de guardarles con recelo, pero que, en tal empresa, se escapa un hilo hacia el exterior, fuera de esa zona oscura, húmeda y germinal. Quien aprecie el trabajo de Aguirre, puede captar un poco de esta visión: el que mira al interior de las cosas se encuentra con la maravilla de la vida, del pulso de lo incontenible.
Luis Mendoza Vega
Mayo, 2023