A través del Instituto Veracruzano de la Cultura y el Jardín de las Esculturas de Xalapa se invita a visitar la exposición Biblioteca de lo diminuto de Lola Luna, que permanecerá durante el mes de enero de 2020.
Originaria de Xalapa, Veracruz, Lola Luna estudió la licenciatura en artes visuales en la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana de 2013 a 2017. Su trabajo está enfocado en la investigación y desarrollo de proyectos artísticos vinculados con la biología, y de manera especial con la entomología, a través del libro objeto y la ilustración científica. Ha participado en diferentes explosiciones colectivas e individuales y en 2018 fue seleccionada en la 4ª Edición de la Bienal de Arte de Veracruz.
Biblioteca de lo diminuto está conformada por una serie de piezas que construyen analogías entre dos elementos de interés personal: los libros viejos y los insectos. Este trabajo toma como base las prácticas del libro objeto, donde los libros han sido intervenidos para funcionar como contenedores de artrópodos. De esta manera, considerando la relación entre el título del libro y la información del insecto, el espectador puede crear imágenes y discursos propios de acuerdo con su imaginario.
Texto de sala
Biblioteca de lo diminuto se nutre de las posibilidades creativas de la instalación y del libro de artista. Las piezas encargadas de enriquecer nuestro imaginario son libros rescatados del olvido, que en su interior resguardan anatomías de diversos insectos; simbólicamente, Lola Luna ha removido sus envejecidos textos para depositar en ellos un alma nueva, orgánica y rica en significaciones.
Los cuerpos disecados y encapsulados se han vinculado al título del libro que los contiene. La poética de la exposición se funda en el diseño de metáforas en las que hormigas, escarabajos y mariposas muestran sus estructuras biológicas, mas no con la intención de representarse a sí mismos como organismos bellos y dignos de ser admirados, sino con el deseo de mezclarse con otros signos, en este caso lingüísticos como: «Dar», «La metamorfosis explosiva de la humanidad» o «Miedo a volar», detonando así interpretaciones diversas en el espectador, que tras el encuentro íntimo con la pieza se ve forzado a abandonar la lectura convencional con la que procedería ante un libro ordinario, para dar paso a asociaciones visuales y simbólicas relacionadas con la inquietud central de la artista, a saber: la mirada del ser humano hacia estos seres enigmáticos y frecuentemente desdeñados, que pese a sus pequeñas dimensiones y a los prejuicios que gravitan sobre ellos, son de vital importancia para el desarrollo de la vida. Lola Luna configura este espacio de encuentro en donde el aura orgánica de sus insectos está en juego permanente con la dimensión cultural del lenguaje humano.
Rodrigo Rafael Villanueva